El Premio Nobel de Medicina 2018 fue otorgado por el desarrollo de nuevas terapias contra el cáncer con inhibidores de punto de control
La entrega del Premio Nobel de Medicina 2018 a los investigadores Allison y Honjo es un nuevo hito para la terapia moderna contra el cáncer, enfocándose en el poder del cuerpo para curarse a sí mismo. Anteriormente, en el 2011, tres inmunólogos fueron reconocidos por su trabajo que revolucionó nuestra comprensión del sistema inmune y abrió nuevas puertas a la lucha contra el cáncer: Steinman describió el funcionamiento de las células dendríticas y Hoffmann y Beutler descubrieron que una respuesta inmunológica exitosa requería señales de alerta. Nuestra inmunoterapia y producción de vacunas en el IOZK está basada en estos descubrimientos.
Al mismo tiempo, el IOZK ha estado aplicando hace ya dos años los principios de la investigación teórica por los cuales el actual Premio Nobel fue otorgado. Estos sirven de protección contra células inmunes específicas al tumor que pueden atacar células cancerosas. Los llamados inhibidores de punto de control mejoran la efectividad de nuestra terapia en el IOZK, además de crear condiciones para la aplicación exitosa de estos medicamentos. No obstante, las terapias de inhibidores de punto de control solo han podido ayudar a una cantidad menor de pacientes, los cuales ya habían desarrollado previamente una reacción inmune contra el cáncer. En algunos casos, podemos emplear los inhibidores de punto de control de forma que un sistema inmune activado específicamente contra el tumor pueda destruir las células cancerosas de forma efectiva.