La idea de base es simple pero genial: usamos las propias defensas del cuerpo para luchar contra el cáncer.
A partir de este concepto, los científicos desarrollaron hace décadas una terapia que active el sistema inmunitario como agente principal en la lucha contra el cáncer. Sobre todo en los últimos años se han logrado grandes avances. Hoy en día se puede decir sin duda que la terapia inmuno-oncológica ha revolucionado el tratamiento del cáncer. Junto a la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia, se ha establecido como una vía adicional. Los medicamentos inmunoterapéuticos no son igual de efectivos para todos. Pero a los pacientes que reaccionan positivamente al tratamiento, les promete una vida más larga y a menudo hasta mejor calidad de vida.
«Mediante la activación específica y el apoyo específico del sistema inmunitario contra el tumor, los pacientes de cáncer cuentan hoy en día con nuevas y prometedoras formas de tratamiento.»
Prof. Dr. rer. nat. Volker Schirrmacher
El sistema inmunitario no solo reconoce y neutraliza patógenos externos al cuerpo, como virus y bacterias, sino también células propias con mutaciones y enfermedades. Esto sucede constantemente en nuestro organismo y previene de forma efectiva el surgimiento de cáncer. Sin embargo, hay ocasiones en las que este mecanismo falla, pues las células degeneradas desarrollan una variedad de estrategias para evitar la respuesta inmunológica. Por eso las terapias inmunológicas apuntan a apoyar al sistema inmunitario en la eliminación de células cancerosas. Para ello existen dos enfoques: por una parte, la inmunización pasiva, que emplea anticuerpos o células inmunitarios como marcadores temporales para señalar el tumor y dirigir las defensas del cuerpo en su contra, y, por otra parte, la inmunización activa, la cual alerta al sistema inmunitario para que se active por cuenta propia contra las células cancerosas mediante una vacuna.
La palabra inmuno-oncología aparece más a menudo en el contexto de la industria farmacéutica, pero los intentos de avanzar en el tratamiento del cáncer mediante la inmunoterapia son mucho más antiguos que esta nueva designación.
Con precisión contra el tumor, casi sin efectos secundarios
A diferencia de la quimioterapia, que destruye ampliamente células enfermas y sanas y afecta a todo el organismo, en la inmunoterapia individualizada, específica y autóloga se combate únicamente las células cancerosas mediante el propio sistema inmunitario. Por eso la terapia resulta tolerable para el paciente y le ofrece protección a largo plazo.